¡Te quiero a tí!

Eso dice el que podría ser el anuncio de reclutamiento para el ejército de Norteamérica, más recordado e icónico. Sin embargo más allá de recordar al tío Sam apuntando con el dedo índice, quiero rescatar que prácticamente todos los miembros activos o retirados de las fuerzas armadas de los Estados Unidos comparten la misma filosofía y postura ante esa institución. Hablo de cientos de miles de efectivos que guardan y respetan los valores que les inculcaron.

Sin embargo esto también se ve en algunas de las empresas. Basta con señalar algunos ejemplos como Procter & Gamble en donde todos se comportan igual y se enfocan en generar resultados, otro caso es Coca Cola en donde todos quisieran trabajar y nunca salir, esto es lealtad. La lista puede seguir con muchas más organizaciones, basta con echarle un ojo a las listas del Great Place to Work o de Top Companies, que avalan este tipo de empresas.

No obstante lo anterior aun hay muchas compañías, grandes y chicas, que centran su atención en producir y vender como únicos elementos de un circulo virtuoso y dejan en segundo término el clima laboral y la promoción de la cultura interna.

Pareciera que está de más pero no es así. Como muestra pondré el ejemplo de dos vendedores que reciben un bono por el volumen de ventas que hagan (como pasa con casi todos los agentes de ventas), el que vende más puede ser que sea porque es más carismático o porque ofrece descuentos o algún valor agregado que su compañero no hace. Es natural pensar que por los resultados que generan, tampoco son tratados igual por su superior pues uno se ha ganado puntos extra por encima de su colega. En principio los inversionistas deben estar contentos, pero con el temor de que ese talento no renuncie y más si se lleva su cartera de clientes.

Todo sería diferente si el trato al cliente fuera el mismo sin importar el ejecutivo, si los descuentos o extras que se ofrezcan sean los mismos para todos los clientes y que todos en el equipo de ventas actuaran igual pensando en diferenciarse pero solamente de la competencia externa.

Los ejemplos también abundan y lo importante es pensar que si las grandes corporaciones e instituciones lo hacen porque les genera resultados, entonces es un ejemplo que todos deberían seguir y no menospreciar. Tener un buen clima laboral y ser un buen lugar para trabajar repercute positivamente en el balance financiero. Pero ojo, no todo es cuestión solo de definir, planear y ejecutar un plan de lealtad, no, lo único (aunque no sencillo) que hay que hacer es hacer que cada  integrante del equipo en la firma, sienta que es tomado en cuenta, que es necesario, que es bueno, en general, que sienta que lo quieren a él o ella.

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Especialista en ayudar a mejorar el clima laboral, aumentar el compromiso y afianzar la cultura de la organización para generar equipos de trabajo exitosos y más productivos.