La imagen corporativa de adentro para afuera

Un día que parecía de lo más normal en la oficina hasta que nos dieron el anuncio: la empresa cambia de nombre.

Al principio no se alcanzaba a entender el alcance de la noticia pero las preguntas comenzaban. ¿Cómo decirle a los clientes que ahora nos llamaríamos diferente? ¿Quién les avisaría y explicaría? Lo único claro era que nadie quería entender que habíamos cambiado de nombre y razón social. Así que asimilar el cambio no parecía una tarea sencilla.

Para tomar medidas contundentes, generamos una intensa campaña con la información. Además se ofrecieron pláticas por área en las que se explicó puntualmente cómo afectaba el cambio a su labor y porqué debían adoptar el nuevo nombre con rapidez.

Los empleados debían ser los primeros en estar convencidos de todo lo que refiere a la empresa. Sólo así iban a transmitir el nuevo nombre con convicción para generar confianza. Empezamos con la recepcionista, luego por la etiqueta telefónica que todos debían incluir en sus llamadas telefónicas. A partir de esto, todo lo demás se fue sumando.

Es evidente que el nombre del juego se llamaba alinear al personal. La dirección debía tener la suficiente credibilidad entre los empleados como para hacer que todos se sumaran a la iniciativa. Como en este caso, se trató nada más y nada menos que de aceptar y transmitir el nuevo nombre e imagen que distinguía a la organización.

Hoy les puedo decir que una estrategia de comunicación ayuda en definitiva a llevar un proceso de cambio con eficacia y rapidez. De esta forma se reduce el estrés y la operación no se afecta tanto. Todo en beneficio de la organización.

About Raul Huerta 4 Articles
Especialista en ayudar a mejorar el clima laboral, aumentar el compromiso y afianzar la cultura de la organización para generar equipos de trabajo exitosos y más productivos.

1 Comment Posted

Comments are closed.