Cuando radio pasillo no para

El otro día en la oficina, platicaba con unos colegas y me decían que alguien en contabilidad les había confiado que el balance de resultados se veía mal. “Seguro va haber un recorte de personal pronto”, “¿Qué pasará?” decían y todos comenzamos a opinar, a sacar conclusiones y a plantear diferentes escenarios pero ninguno positivo. Puros chismes. Después de un tiempo ya no importa saber donde se generaron ni quien los difundió, el resultado es que todos tienen algo que opinar. Parece que hubiera una competencia por tener la información más reciente para abonar a ese mar de noticias sin fundamento pero que traen consigo temores, incertidumbre y mucha distracción de lo que realmente importa.

Está claro que las empresas no pueden ni deben tratar de aclarar cada uno de los chismes que circulan con impunidad por los pasillos. Estos mensajes que brincan de escritorio en escritorio son como un cáncer silencioso que se esparce, así que las organizaciones tampoco deben cerrar los ojos y taparse los oídos suponiendo que no pasa nada o que no hay nada que hacer al respecto.

Sí pasa, por ejemplo, que se propague un comentario mal intencionado en contra de un colega puede influir en otros para que dejen de colaborar con el con la misma eficiencia que lo harían si no tuvieran ese prejuicio.

El antídoto que funciona es que la organización mantenga una comunicación abierta y constante con los colaboradores. Que comparta los logros y los objetivos que se cumplen y los nuevos que van surgiendo. Lo que cualquier colaborador quiere es sentir que es parte de un equipo, que es tomado en cuenta y que su presencia y labor son importantes para que todos lleguen a la meta común.

Algunos directivos clasifican mucha información y no creen que los empleados deban conocerla. Piensan que si no les es útil para desempeñar su labor, entonces no tiene porque importarles. Nada más equivocado, si les importa porque saber sobre la compañía les da seguridad y certidumbre. Al compartir información que eventualmente harán pública, el personal sentirá que es valorado y considerado como un miembro importante. Esto hace que resten importancia a aquellos asuntos irrelevantes. Al final todos trabajarán más enfocados en lo que realmente importa para cumplir con los resultados que deben lograr.

En definitiva la comunicación puede ofrecer ventajas intangibles pero reales que ayudan a que todos trabajen más enfocados, comprometidos y alineados con los objetivos estratégicos de la compañía. La comunicación ayuda a que el clima laboral sea más agradable.

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Especialista en ayudar a mejorar el clima laboral, aumentar el compromiso y afianzar la cultura de la organización para generar equipos de trabajo exitosos y más productivos.